Una selfie con el jurado

Foto José Cusit, diario Rio Negro.

Un defensor que quiso un recuerdo de su paso por un juicio por jurados. O denunciar algo. Pero eligió el peor momento.

Ocurrió durante el juicio por jurados que se realizó en Junín de los Andes.

El trámite ya venía complicado porque el sistema es nuevo y en general se lo cuida como a una cajita de cristal. En este juicio en particular, para garantizar la imparcialidad, se excluyó del padrón a toda una ciudad.

Y durante el desarrollo del juicio se produjo un episodio curioso que no tiene una explicación clara: en la tercera audiencia el defensor oficial Bernardo Areco, que asistía a uno de los imputados, fue sorprendido tomándoles fotos a las y los jurados con su celular.

A través de la Oficina Judicial el jurado hizo saber su malestar al juez técnico, Mauricio Zabala.

Cuando vio la tormenta que se le venía encima, Areco dijo que había tomado las fotos de recuerdo y las borró de inmediato delante del jurado.

Luego cambió su argumento: afirmó que su objetivo era mostrarle a su jefe, el defensor general Ricardo Cancela, las incomodidades de la sala. Así quedó reflejado en el acta, cuya parte pertinente copiamos aquí abajo:

En particular, cabe hacer notar que hubo un cuestionamiento al uso de celulares, por cuanto al jurado se les retuvo el mismo durante las audiencias, no así al resto de los actores, deviniendo ello de un incidente ocurrido con el Dr. Areco al finalizar la tercera jornada de juicio. Se produjo gran malestar entre el jurado cuando en esa oportunidad y ya levantándose para retirarse, el Dr. Areco sacó fotos al jurado con su celular. Avisado el Sr. Juez del incidente dispuso que el Dr. Areco se fuera a justificar ante ellos que estaban reunidos en la sala de debate del jurado. Siendo acompañado por la operadora de sala, les hizo saber el Dr. Areco que las fotos eran para mostrar las incomodidades de la sala pero que las estaba borrando en ese momento, a lo que le dijeron los miembros del jurado, en prieta síntesis, que tenía otras vías para ello, que en todo caso primero les debería haber advertido y pedido permiso, que pudo haber mandado ya esas fotos a alguien, que hay carteles en toda la sala sobre la prohibición de sacarles fotos por lo que en su condición de funcionario tendría que ser más cuidadoso, le refirieron que sintieron que les faltó el respecto y uno de ellos le refirió que se sintió intimidado. El Dr. Areco volvió a aclarar que no tuvo malas intenciones.  

Zabala habló con las partes y les pidió autorización para reunirse con el jurado popular, lo que hizo en la sala de deliberaciones.

Allí les intentó explicar el incidente, pero sobre todo les recomendó que no se malquistaran con el imputado por la conducta de su defensor.

En contrapartida con esta conducta, la Oficina Judicial de la circunscripción es pionera en la transmisión en vivo de algunos segmentos de los juicios por jurado.