Del fallo de un juez de Mar del Plata (con ecos a otro en Nueva York) a las declaraciones del jefe de la policÃa de Neuquén. La facultad de detención debe tener un lÃmite. ¿Cómo será en las Islas Seychelles?
El caso ocurrió en Mar del Plata. Dos policÃas detuvieron a dos jóvenes en moto, uno de ellos llevaba una pistola 9 milÃmetros. El juez Juan Facundo Gómez Urso declaró nulo el procedimiento porque la detención no tuvo ningún fundamento, y absolvió al imputado.
«Ningún procedimiento que concluya con éxito será válido si previamente no existieron motivos objetivos razonables que justificaran la intervención policial. El fin no justifica los medios» escribió en el fallo (aquàen pdf) que obtuvimos gracias (una vez más) a Mario Juliano.
En una interesante entrevista radial, el juez Gómez Urso planteó que «no puede no haber un lÃmite» a la actuación policial.
Aquà está completa:
Rescatamos estos tramos:
«La policÃa tiene que detectar alguna acción de la persona, no el mero ‘ser’ o ‘estar vestido de’. Porque si no, ¿cuál es la diferencia entre un delincuente y un pobre?», se preguntó.
Puso como ejemplo que la policÃa no suele detener a personas de traje que circulan en autos de alta gama, porque no se plantea como hipótesis que podrÃa estar transportando, por decir, billetes falsificados.
«La policÃa no puede actuar sin lÃmites, estamos en un estado de derecho. No podemos permitir que el poder que tiene el Estado para revisarnos a todos nosotros, sea ilimitado«, dijo el juez. Y agregó: «El delincuente no cumple reglas, el Estado no puede incumplir reglas para combatirlo».
Los periodistas que lo entrevistaron dijeron que el mensaje que queda en la sociedad es que «un delincuente zafó«. Gómez Urso contrapuso otra mirada: «la policÃa actuó mal«.
El juez de Mar del Plata mencionó su tesis sobre el modo de actuar de la policÃa en su ciudad. Examinó más de 3.600 casos y demostró que «más del 50% de las personas detenidas en la calle lo han sido injustificadamente«.
El caso Nueva York
Es inevitable recordar el fallo de la jueza Shira Scheindlin de Nueva York (ver aquÃ), quien declaró inconstitucional la facultad de «detener y chachear» de la policÃa.
Según las estadÃsticas, 9 de cada 10 cacheados y detenidos era inocente. La jueza escribió: «nadie debe vivir con temor de que lo detengan cada vez que sale de su casa para dirigirse a sus actividades cotidianas».
La puerta giratoria versión Laserna
Y asà llegamos a Neuquén, donde el jefe de la PolicÃa, Raúl Laserna, se queja porque «la policÃa les da los detenidos a los jueces y la Justicia los excarcela» ( ver aquÃ).
Me queda la impresión, por lo expresado en un párrafo, que a Laserna no le gusta el nuevo Código Procesal Penal de la provincia porque modificará la ley orgánica de la PolicÃa («cambiar el esquema investigativo de la PolicÃa cuando funciona bien… habrÃa que ver qué, y qué va a mejorar»).
Pero volviendo a su queja, el jefe está orgulloso porque desde la vigencia del nuevo Plan de Seguridad se incrementó en 70% la cantidad de detenidos (lo dijo aquà la semana pasada).
Laserna sabe que muchas de esas detenciones no corresponden. Lo diluye en esta frase: «aparentemente el juez no puede negar la excarcelación si el delito es excarcelable».
Si alguien hizo un trabajo sobre detenciones injustificadas en Neuquén y desea darlo a conocer, ofrecemos este espacio.
Ese trabajo deberÃa incluir, creemos, el caso Braian Hernández, al cual Laserna evita referirse. O acaso piense, como el ex fiscal porteño Eduardo Marazzi, que los barrios del oeste neuquino no son las Islas Seychelles.
(La foto del juez Gómez Urso es de aquÃ).
(La foto principal es de aquÃ).
(G.B.)
Lo del incremento en la cantidad de detenidos y la baja de los delitos ya lo habÃa dicho antes aquà http://www.lmneuquen.com.ar/noticias/2013/9/10/hay-menos-delitos-y-mas-detenidos_199755
El RÃo Negro salió más tarde con esa noticia. Digo, ya que siempre se aclara la primicia.
Saludos.
Y probablemente lo haya dicho antes en una radio o en otro lugar, porque lo repite todo el tiempo. (De paso, no sé si es una «primicia», concepto muy discutido en la actualidad. Creo que alude más bien a «citar la fuente», ¿no?. De todos modos, si quiere tener la primicia de declaraciones de Laserna, no se lo vamos a discutir.)
Coincido, siempre dice lo mismo y generalmente cuando le salen bien las cosas a la PolicÃa. Con el temita del mueble de Aboy mandó al subjefe a dar la cara, ni Laserna ni Gastaminza se hicieron cargo del papelón que los dejó en ridÃculo. Lo de la primicia o fuente era una simple observación: primero salió en la radio y después en los diarios. Saludos.
Dice Zaffaroni hablando sobre el complejo fenómeno de la selectividad del sistema penal: «Las agencias policiales no seleccionan según su exclusivo criterio, sino que su actividad selectiva es condicionada también por el poder de otras agencias, como las de comunicación social, las polÃticas, los factores de poder, etc. …En razón de las escasÃsima capacidad operativa de las agencias ejecutivas, la impunidad siempre es la regla y la criminalizacion secundaria la excepción, por lo cual los empresarios morales siempre disponen de material para sus emprendimientos…en la sociedad industrial puede asumir ese rol tanto un comunicador social en pos de audiencia como un polÃtico en busca de clientela, un grupo religioso en procura de notoriedad, un jefe policial persiguiendo poder frente a los polÃticas, una organización que reclama por los derechos de las minorÃas, etc. En cualquier caso la empresa moral acaba en un fenómeno comunicativo, no importa lo que se haga sino cómo se lo comunica» (Zaffaroni, Alagia y Slokar, 2002; 8-9)
Solo para decir que lo de Laserna es una vergüenza institucional, por no ir mas lejos y decir que es una vergüenza de Estado. No podemos tener un gobernador que apoye a estos ignorantes, o que vive destacando el trabajo policial, cuando sabido es por ejemplo, lo que pasa en el «oeste», con la complicidad por omisión de la policÃa, aunque en algunos casos también por acción. Es lamentable tener que criticar el accionar policial, pero en esta provincia se convirtió en algo inevitable porque ellos mismos con su accionar provocan la crÃtica.