
Intervención pública de la Colectiva Feminista La Revuelta durante el juicio. Foto Cecilia Maletti.
La sentencia contra el odontólogo quedó firme, luego de que el Tribunal Superior de Justicia rechazara el recurso de casación y esta resolución no fuese apelada por la defensa.
El odontólogo David Narváez, condenado a la pena de seis años de prisión por el abuso sexual gravemente ultrajante cometido en perjuicio de una niña en su consultorio, deberá cumplir con la sentencia que fue dictada por la Cámara Criminal Primera en mayo de 2013.
La sala penal del Tribunal Superior de Justicia rechazó la casación interpuesta y el lunes 17 de enero venció el plazo que tenÃa la defensa para presentar el recurso extraordinario federal, por lo que el fallo quedó firme.
Los hechos ocurrieron en 2010, cuando la niña tenÃa poco más de siete años y concurrÃa a realizarse un tratamiento de ortodoncia, y salieron a la luz en 2011 cuando le contó a una amiga lo que sucedÃa dentro del consultorio, ubicado en Catriel y Roca de la ciudad de Neuquén. Narváez ya se encuentra detenido y cumplirá su condena en la Unidad 11.
Guillermo Labate y Graciela MartÃnez de Corvalán consideraron improcedente la casación deducida por los defensores particulares Eduardo Badano y Martin Segovia. En su resolución, firmada el 20 de diciembre pasado (aquàcompleta), Labate dijo en su voto, al que adhirió su par:
«la versión de la niña me parece totalmente creÃble. En efecto, más allá de lo expresado por la forense, quien es una experta con amplia experiencia en la materia, ajena a las partes en litigio, es decir: imparcial, ese relato se corresponde, entre otras pruebas dignas de mención, con el acta de denuncia formalizada por su madre (…) con los informes elaborados por los profesionales que la atendieron en el Hospital «Dr. Eduardo Castro Rendon» (…) y en el Centro de Salud «Nueva Esperanza» (…), asà como también con la entrevista en Cámara Gesell realizada a su amiga (…), a quien ella le pudo revelar los actos abusivos consumados»
«las alegaciones  de los señores defensores, que dirigieron sus esfuerzos a intentar sembrar duda, no logran conmoverme: la niña no confundió el abuso padecido con un acto médico regular, ni la hipotética precariedad del consultorio hacÃa que las maniobras abusivas fueran imposibles de realizar, ni las conclusiones de la pericia psicológica practicada al imputado, que señala que tiene un perfil de personalidad de nula relevancia criminológica, resulta un impedimento absoluto para la comisión del delito que se le atribuye»
Producto de las intervenciones públicas de La Colectiva Feminista La Revuelta, una joven que habÃa sido vÃctima de los abusos del profesional diez años atrás se animó a contarlo y declaró como testigo en el juicio.
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